Durante varias centurias, el mundo occidental se unificó en la creencia de que la tarea más importante que podía posiblemente realizar era la reconquista del Santo Sepulcro. Sacrificó miles de vidas, para no decir nada de las grandes riquezas y una gran parte de su potencial humano en el intento de lograr algo que pocos de nosotros podemos considerar como algo más que como una obsesión irracional. No obstante, para muchos hombres inteligentes de ese tiempo, la empresa debió haber parecido tan obviamente importante como llegar a la Luna, nos parece a nosotros. ¿Pero no es la Luna, como el Santo Sepulcro, un mero símbolo? No está siquiera en manos del infiel -aunque supongo que si los rusos llegan primeros allí se considerará el asunto en esa forma-. Y me pregunto si en una fecha no lejana nuestra cruzada no parecerá tan incomprensible como la de nuestros antepasados.
Joseph Wood Krutch, citado por Mariano Baptista Gumucio en "Los días que vendrán: América Latina, año 2,000" (Monte Avila Editores, Caracas, 1969).
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