miércoles, 8 de febrero de 2017

El relojero con la luz apagada.

Bueno, como tengo este lugar medio abandonado voy a poner una cosa de esas que te cambian la vida.

Todo el mundo sabe que los relojes hacen tic-tac (o tic-toc, según el lugar). Ahora le propongo el siguiente ejercicio. Esta noche, cuando tenga insomnio y el único sonido sea el tic-tac de su despertador, intente hacerlo cambiar el paso. O sea, mientras escucha tic-tac-tic-tac salteense un tac así: tic-tac-tic-tac-tic-tic-tac. ¿Lo logró? Muy bien, ahora el siguiente ejercicio. Imagínese que suena tac-tac-tac. ¿Ve qué fácil? ¡Un reloj que sólo hace tac! Ahora, escúchelo como sólo tics, así: tic-tic-tic-tac-tic... Epa, ¿vio como se le coló un tac? A ver si logra un reloj que sólo haga tic... ¡Imposible! ¡Siempre se cae en un tac! Sorprendente, ¿no?

Ahora consígase los planos de un reloj despertador, y medite sobre el tema.